Klinische und bakteriologische Untersuchungen nach zahnärztlichen Eingriffen

Zusammenfassung

Blutkörperchensenkung und Blutbild werden bei 150 Patienten œ bis 1 Stunde vor, 1 und 24 Stunden nach der Extraktion ausgeführt; nach Resektionen eine vierte Untersuchung 15 Minuten nach Injektion des Lokalanästhetikums. Eine Beziehung zwischen der Extraktion und Veränderungen der Verteilung korpuskulärer Elemente des Blutes konnte nicht ermittelt werden. Die Blutsenkung zeigte bei 111 Patienten nur in 5 Fällen Anstieg, in 6 Abfall nach dem Eingriff. Unter 119 Patienten zeigten 38 ein Erhöhung der Leukozyten nach Extraktion, 16 abfallende Werte. Da auch nach der Extraktion von 18 vitalen Zähnen 9mal erhöhte Leukozytenzahlen zu verzeichnen waren, können wir erhöhte Leukozytenwerte nach Extraktion granulombehafteter Zähne nicht mit einer Herderkrankung in Verbindung bringen. Ferner untersuchten wir noch 104 Probanden auf Bakteriämie nach Zahnextraktionen. In rund 50% der Fälle wurde 5 Minuten nach der Extraktion eine Keimausschwemmung gefunden, die nach 30 Minuten bis auf wenige Fälle (7%) beendet ist: meist vergrünende Streptokokken (37mal), 3mal hämolysierende Streptokokken (davon 2mal Gruppe F), einmal Enterokokken; sehr häufig anaerobe Keime verschiedener Spezies (15mal) zum Teil in Mischkultur mit Aerobiern. Mithin schienen alle Keime der Mundhöhle an einer Bakteriämie nach Zahnextraktion teilzunehmen. Eine Bakteriämie läßt sich ebensowenig mit dem Zustand des Zahnfleisches in Korrelation bringen wie mit dem Verdacht einer Herderkrankung. Ein gewisser Einfluß auf Vorkommen und Grad einer Bakteriämie muß bei devitalen Zähnen mit periapikalen Transparenzen (Granulom) angenommen werden, um so stärker, wenn es sich dabei um Molaren handelt oder mehrere solcher Zähne zugleich extrahiert wurden. Auch Patienten mit vitalen Zähnen zeigen eine Bakteriämie ebenso oft wie solche mit devitalen Zähnen ohne periapikale Transparenzen. Das Problem der Bedeutung dieser Befunde für die Pathogenese gewisser Erkrankungen und die Frage der antibiotischen Prophylaxe werden diskutiert.

Summary

Blood-sedimentation rate (E.S.R.) and blood counts were obtained in 150 patients œ to 1 hour before, 1 and 24 hours after tooth extraction, and an additional determination 15 minutes after injection of a local anaesthetic before root resection. There was no change in the distribution of blood corpuscles after extraction. E.S.R., obtained in 111 patients, was raised in five and fell in six after the procedure. Among 119 patients, 38 had an increase in leucocytes after extraction, 16 a fall. W.B.C. counts were increased in half of 18 extractions of normal teeth. Bacteraemia was noted five minutes after extraction in half of 104 patients; it had persisted after 30 minutes in only 7%. The responsible bacteria were Strep. viridans (37), haemolytic streptococcus (3, twice Group F), Enterococcus (1), and anaerobic bacteria of different types (15), often in mixed culture with aerobic micro-organisms. There was no correlation between the occurrence of bacteraemia and the condition of the gums or suspicion of a focus of infection. Some correlation was noted between the occurrence and degree of bacteraemia and the extraction of devitalized teeth with peri-apical granulomas, especially if it involved molars and several teeth were extracted at the same sitting. However, patients with- live teeth showed the same incidence of bacteraemia as those with devitalized ones without peri-apical granuloma. The significance of these findings is discussed and the question of antibiotic prophylaxis reviewed.

Resumen

Investigaciones clínicas y bacteriológicas tras las intervenciones odontoiátricas

En 150 enfermos se estudió la velocidad de sedimentación de los hematíes y el hemograma inmediatamente antes de la extracción (media a una hora antes) así como a la hora y a las veinticuatro horas después de la misma; cuando se practicaron resecciones se hizo una cuarta determinación a los 15 minutos de la inyección del anestésico local. No pudo establecerse una relación entre la extracción y la proporción de los elementos corpusculares de la sangre. La velocidad de sedimentación explorada en 111 pacientes mostró un ascenso, tras la intervención, únicamente en 5 y en 6 descendió. Entre 119 pacientes, 38 mostraron un aumento de los leucocitos a seguida de la extracción y 16 una disminución. Puesto que en 18 extracciones de dientes no desvitalizados se mostró 9 veces un aumento de los leucocitos, no se puede considerar el aumento en el número de leucocitos tras la extracción de dientes con granulomas como un dato a favor de la infección focal. Además se exploraron 104 enfermos para ver si mostraban bacteriemia tras las extracciones. En el 50% aproximadamente de los casos se demostró un paso de bacterias a la sangre a los 5 minutos de la extracción, que a los 30 minutos había cesado casi por completo (7% de hemocultivos positivos). En la mayor parte de los casos se trataba de estreptococo viridans (37 veces), en 3 ocasiones eran estreptococos hemolíticos (de los cuales en 2 casos eran del grupo F), una vez fueron enterococos y muy frecuentemente gérmenes anaerobios de diversas especies (15 veces) en parte mezclados con gérmenes aerobios. Por consiguiente toda la flora a seguida de las extracciones dentarias. La bacteriemia puede relacionarse tanto con el estado de la encía como con la sospecha de infección focal. Una cierta influencia sobre la existencia y grado de la bacteriemia puede suponerse en los dientes desvitalizados con transparencias periapicales (granuloma) y tanto más cuando se trata de molares o se extraen varios de éstos a la vez. También los enfermos con dientes no desvitalizados muestran una bacteriemia con frecuencia análoga a la que presentan los que tienen dientes desvitalizado con transparencias periapicales. Se discute el problema de la significación de estos hallazgos en la patogenia de ciertas afecciones y la cuestión de la profilaxis con antibióticos.