Dtsch Med Wochenschr 1957; 82(33): 1338-1340
DOI: 10.1055/s-0028-1116879
© Georg Thieme Verlag, Stuttgart

Erste Behandlung der Verletzungsfolgen bei Straßenverkehrsunfällen

Erfahrungen von Ärzten am UnfallortFirst aid in traffic accidents: Experiences of doctors at the accident siteE. Carstensen, W. J. Ewerwahn
  • Chirurg. Univ.-Klinik Hamburg-Eppendorf (Direktor: Prof. Dr. Zukschwerdt)
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Publication Date:
05 May 2009 (online)

Zusammenfassung

Die Zahl der Kraftfahrzeuge ist in Hamburg von 1953 bis 1956 um 54% angewachsen, die der Verkehrsunfälle um 69%, die der Verletzten um 23%. Die Zahl der Todesfälle ist prozentual nicht kontinuierlich angestiegen, ihr Anteil an den Verletzten ist im Gegenteil von 2,4% auf 2,0% gesunken. Von den 288 Toten im Jahr 1955 hatten 56 = 19,4%, unter starkem Alkoholeinfluß gestanden. Am meisten gefährdet waren Fußgänger, mit 55,6%. Es wurden Sektionsprotokolle von 131 „Verkehrstoten” aus den Jahren 1955 und 1956 studiert: 78,6% waren männlichen und 21,4% weiblichen Geschlechts. 54,4% aller am Unfallort bzw. auf dem Weg ins Krankenhaus Verstorbenen hatten eine so schwere Hirnverletzung, daß der Tod allein auf sie zurückgeführt werden mußte. Weitere 33,6% waren innerhalb von 24 Stunden, zum größten Teil an ihrer Hirnverletzung gestorben. Insgesamt hatten 63,4% der Toten eine schwere Hirnverletzung. 70% der schädel-hirnverletzten Toten hatten Blut oder Mageninhalt aspiriert. In nur zwei Fällen war jedoch die Aspiration die wahrscheinlich primäre Todesursache. Um zu prüfen, in welcher Hinsicht mehr als bisher üblich, am Unfallort getan werden kann, fuhren zwei Ärzte der Chirurg. Univ.-Klinik Hamburg vom 22. 10. bis 10. 11. 56 in einem speziell ausgerüsteten Funkstreifenwagen der Verkehrspolizei, in 12stündigem Wechsel bei Tag und Nacht, unmittelbar nach Bekanntwerden eines Verkehrsunfalls, zum Unfallort. Auf diese Weise konnten allerdings nur 5,7% aller Verkehrsunfälle erfaßt werden, d. h. nur jeder 17. Eine lückenlose ärztliche Betreuung in dieser Weise würde für Hamburg, mit 6stündigem Wechsel bei Tag und Nacht, einen Einsatz von 17 Wagen mit 68 Ärzten bedeuten. Verletzte, die am Unfallort oder auf dem Wege ins Krankenhaus starben, hatten in der Regel eine schwere Hirnverletzung oder eine Verletzung mit massiver innerer Blutung erlitten. Die Aspiration von Blut oder Mageninhalt bei bewußtlosen Verletzten ist nur in den seltensten Fällen als entscheidende Todesursache anzusehen. Die Aspiration kann weitgehend verhindert werden, wenn die Bewußtlosen sofort nach dem Unfall auf den Bauch oder auf der Seite gelagert werden. Frakturen an den unteren Extremitäten sollten grundsätzlich geschient werden. Den Verletzten werden hierdurch Schmerzen erspart, die Gefahr der Durchspießung des frakturierten Knochens durch die Haut und einer Fettembolie reduziert. Bei herabgesetzter Atmung ist Sauerstoffzufuhr durch eine Maske nach vorheriger Säuberung des Mundes angezeigt. Möglichst schneller Transport der Verletzten in das nächste Krankenhaus! Für diese Maßnahmen ist der Einsatz von Unfallärzten nicht erforderlich; sie können durch geschulte Feuerwehrmänner und Polizeibeamte durchgeführt werden.

Summary

This report is based on the reports of doctors who, between 22nd October and 10th November, 1956, gave first aid treatment in specially equipped ambulances at the site of a traffic accident which was reached usually within 5 minutes of the accident. Of 26 persons who were severely injured, 21 were unconscious. Signs of fracture of the base of the skull were present in 4: one of them died almost immediately, the other 3 within 12 hours of admission to hospital. All 4 had post mortem evidence of massive aspiration of blood. Only immediate turning of an injured person to a prone position can possibly prevent this. Severe skull and cerebral trauma was always accompanied by shock: oxygen inhalation is advised as first aid measure. Circulatory stimulants are contraindicated and infusions are usually not necessary at once. Intubation at the site of the accident is only rarely indicated. Fractures of the long bones should be splinted to avoid excessive pain during transportation to hospital. The extent of internal injuries is often underestimated by doctors and lay persons at the accident site. Transportation to hospital should be arranged as quickly as feasible.

Resumen

Experiencias de los médicos en el lugar del accidente

En Hamburgo, desde el año 1953 hasta el 1956, ha aumentado el número de automóviles en un 54%, el de accidentes de tráfico en un 69% y el de heridos en un 23%. El número de fallecimientos no ha aumentado progresivamente a ésta proporción, antes bien, la parte correspondiente a los herdios ha disminuido del 2,4% al 2,0%. De los 288 fallecidos en 1956, 56 de ellos, el 19,4%, se encontraban bajo una fuerte influencia alcohólica. Los más expuestos al accidente eran los peatones, con un 55,6%. Se han estudiado las actas de las autopsias de 131 «fallecimientos de tráfico” durante los años 1955—1956, de los que el 78,6% eran hombres y el 21,4%, mujeres. El 54,4% de todos los fallecidos, bien en el mismo lugar del accidente, bien durante su traslado al hospital, presentaban tan grave lesión cerebral, que sólo a ella debía atribuirse la muerte. Un 33,6% murieron en las primeras 24 horas, en su gran mayoría por la lesión cerebral. En su totalidad, el 63,4% de los fallecidos presentaba un grave traumatismo cerebral. El 70% de los fallecidos por traumatismo cráneo-cerebral habían aspirado sangre o contenido gástrico, aunque solamente en dos casos fué dicha aspiración probablemente la causa primaria de la muerte. Para comprobar como y en que forma puede hacerse más de lo que hasta ahora se realiza en el lugar del accidente, se mandaron dos médicos de la Clínica Quirúrgica Universitaria de Hamburgo al lugar del accidente tan pronto como tenían noticias de alguno, en un coche volante de la policía de tráfico, con radio y especialmente equipado, desde el día 22. 10. al 10. 11 56, alternando día y noche cada 12 horas. Realmente sólo se ha podido abarcar de esta forma un 5,7% de todos los accidentes de tráfico, o sea, cada décimo séptimo. Un servicio médico ininterrumpido según el procedimiento antes citado, supondría para Hamburgo el poner en marcha 17 coches con 68 médicos, día y noche, alternando cada 6 horas. Los heridos, fallecidos en el lugar del accidente o durante su traslado al hospital, habían sufrido por regla general una grave lesión cerebral o una lesión con hemorragia interna masiva. La aspiración de sangre o contenido gástrico en heridos inconscientes puede tomarse solamente en casos muy aislados como causa decisiva de muerte. Se puede evitar considerablemente la aspiración, colocando al sujeto inconsciente inmediatamente después del accidente, sobre el abdomen o de lado. Las fracturas de las extremidades inferiores deben ser por principio entablilladas, con lo que se evita dolor a los heridos, reduciéndose al mismo tiempo el peligro de perforación de la piel por el hueso fracturado y el de la formación de embolia grasa. Cuando la respiración se encuentra disminuida, se recomienda la administración de oxígeno a través de una mascarilla, previa limpieza de la boca. Rápido transporte del herido al hospital más cercano. Para estas medidas no es necesaria la presencia de los médicos de accidentes, pudiendo ser realizadas por los bomberos o policías adiestrados.